Biopsia Fusión

Recientemente, hemos incorporado la Biopsia fusión de próstata para diagnosticar cáncer de próstata. El cáncer de próstata es el tumor maligno más frecuente en el varón. Como en otras enfermedades, un diagnóstico precoz y preciso permitirá un tratamiento más adecuado con mejor resultado oncológico.


El diagnóstico implica la realización de una adecuada anamnesis, tacto rectal, PSA, ecografía, y desde hace unos años una Resonancia Magnética. Esta última prueba es de vital importancia, informándonos de la existencia de lesiones sospechosas, su número, tamaño y localización. En los casos en los que exista una sospecha tumoral es imprescindible la realización de una BIOPSIA PROSTATICA, esto es, la toma de una muestra de tejido prostático con análisis anatomopatológico, lo cual dará el diagnóstico definitivo (células benignas o malignas).


Clásicamente la biopsia se ha realizado “a ciegas” ya que el ecógrafo transrectal que se utiliza no discrimina habitualmente las zonas más sospechosas a biopsiar. Se procedía a un mapeo prostático lo más representativo posible de la glándula prostática pero existían un alto porcentaje de falsos negativos, esto es, pacientes con tumores prostáticos que no eran diagnosticados.


La biopsia prostática FUSIÓN integra la imagen de la resonancia magnética en el software del ecógrafo que utilizamos en el quirófano. La visualización más precisa permite acceder a dichas áreas sospechosas de forma exacta, optimizando el resultado de las biopsias. Aumentamos la rentabilidad de la biopsia, disminuimos los falsos negativos y caracterizamos mejor la enfermedad del paciente.

 

Se realiza en quirófano con sedación, dura aproximadamente 45 minutos y el paciente es dado de alta tras unas pocas horas en el hospital.


A continuación resumimos las principales ventajas de la biopsia fusión sobre la biopsia convencional:


– la principal ventaja es que se diagnostican un mayor porcentaje de tumores prostáticos y de tumores agresivos que en la biopsia convencional lo cual tiene evidentes implicaciones terapeúticas.

– se utiliza un acceso perineal evitando las infecciones que se producían en el acceso clásico vía transrectal. Esto permite además alcanzar zonas prostáticas menos accesibles, especialmente en glándulas de gran tamaño.

–  vigilancia activa: en aquellos casos de tumores poco agresivos puede plantearse esta estrategia que implica no tratamiento activo pero sí vigilancia estrecha.

tratamiento focal: de la misma manera en tumores localizados poco agresivos pueden ser tratados con técnicas focales, es decir, destrucción de la lesión sin necesidad de realizar un tratamiento radical extirpando la glándula en su totalidad.

– la seguridad diagnóstica que proporciona nos permite plantear enucleación prostática Holep en caso de biopsia negativa y clínica obstructiva evidente.